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Cruceros: Mar Báltico y fiordos

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Descubre los mares del Norte

Mar Báltico

El Báltico es un mar de contrastes, que acoge prósperas ciudades industrializadas así como parajes naturales vírgenes, zonas templadas y otras que están heladas la mayor parte del año, países tremendamente dispares y centenares de pequeñas islas. Desde los estrechos de Skagerrak y Kattegat encontrarás un mar que apenas tiene contacto con el Atlántico, que se nutre más de los incontables ríos que desembocan en él para convertirlo en uno de los mares con menos salinidad del mundo. Tierra del ámbar por excelencia y escenario de una riqueza histórica asombrosa.

Descubrí el secreto del mar meditando sobre una gota de rocío. (Antonio Machado)

Igual que famosos piratas o importantes mercaderes trazarás antiguas rutas comerciales a través de la antigua Liga Hanseática que comunicó durante siglos ciudades sorprendentes como Copenhague, la apacible capital danesa; Estocolmo, la Venecia del Norte; Gdansk (Gdnya), la medieval, gótica y renacentista capital marinera de Polonia; Tallin, ciudad pintoresca y medieval Patrimonio de la Humanidad; Riga, la París del Norte; Helsinki, la capital finlandesa, o San Petersburgo, la singularísima ciudad palaciega de Rusia.

Todo ello en una travesía fascinante que en pocos días te sorprenderá por su abanico cromático, por sus contrastes y por su historia.

Fiordos

Descubrir el mar del Norte es encontrarse literalmente con la más pura naturaleza. Desde Dinamarca hasta el Cabo Norte sus frías aguas golpean el abrupto litoral noruego. Rodeado de un sinfín de paisajes desconocidos para nosotros, el mar del Norte penetra sinuosamente hasta las entrañas de Escandinavia en un entramado imposible de ramas llamadas fiordos.

Un fiordo es un valle excavado por un glaciar y posteriormente invadido por el mar. Normalmente es un estrecho canal de agua salada bordeado por empinadas montañas que te sorprenderá por sus frondosos bosques de intenso verde sobre azul, sólo interrumpido por blancos glaciares y espectaculares cascadas, que se suceden a medida que te aventuras tierra adentro, junto a gigantescas rocas que pacientes vigilarán impasibles tu camino mientras intentas distinguir, entre la espesura, una de las faunas y floras más ricas de Europa.

Desembarca en pueblos pintorescos que antaño sirvieron de puerto para los temibles vikingos que igual que tú surcaron estos mares en busca de nuevos tesoros; tesoros que a estas alturas ya habrás hallado en cada uno de estos fiordos, en forma de impresionantes parajes naturales, y en preciosas ciudades del norte de Europa como Copenhague, Oslo o Bergen.